lunes, 12 de enero de 2009

12.01 Da generosamente lo que recibes del Señor

Lee la Palabra

Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. Como está escrito: «Repartió sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre.» El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos. Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios. ¡Gracias a Dios por su don inefable!

2 Corintios 9:6-15 (NVI)


Reflexiona la Palabra

Las personas pueden dudar en dar generosamente a Dios si temen no tener lo necesario para satisfacer sus propias necesidades. Pero Pablo nos asegura que Dios es capaz de suplir nuestras necesidades. La persona que da poco recibirá poco en recompensa. No permitas que la falta de fe te impida dar libre y generosamente.

Nuestra actitud hacia el dar es más importante que la cantidad que damos. No debemos sentirnos avergonzados si sólo podemos dar una pequeña ofrenda. Dios está preocupado por cómo damos de los recursos que tenemos. Dios nos da recursos para usarlos e invertirlos para él. Pablo usó la ilustración de las semillas para explicar que los recursos de Dios no deben ser escondidos, devorados negligentemente o malgastados, sino cultivados a fin de producir mayor cosecha. Cuando invertimos lo que Dios nos ha previsto, nos da aún más para dar.

Si un creyente generoso da por fe y confiando en Dios, con el deseo sincero de producir la bendición más grande que sea posible, ese individuo recibirá el mismo tipo de cosecha en términos de bendición personal. Dios da el crecimiento conforme a la cantidad invertida en su reino. Si se invierte poco se recibe poco, y viceversa.

El hecho de que damos libremente a los necesitados no significa que dar es opcional. Para otros es una demostración de la justicia de Dios en nuestras vidas, sin la cual no podría haber salvación. La generosidad basada en la gracia es un termómetro de nuestra salud espiritual. Preguntar cuánto debemos darnos pobre revela que no hemos entendido nada.

Y hemos de dar no como una obligación y de mala gana, sino como una bendición y con felicidad. Dios tiene un amor especial y único para los que se manifiesten felices en su compromiso de dar con generosidad, es decir, ¡Dios ama el corazón entusiasta que se emociona con cada oportunidad de practicar la generosidad! Por eso devuelve en abundancia bendiciendo a los que dan con alegría, no para que puedan satisfacer deseos egoístas y no esenciales, sino para que puedan atender las necesidades reales que otros tenga. Pablo enfatiza en la recompensa espiritual para aquellos que dan generosamente para la obra de Dios. No debemos esperar enriquecernos por medio de nuestras donaciones. Aquellos que reciben sus donaciones se alegrarán y orarán por ti. Al bendecir a otros, tú mismo eres bendecido.

Cuando leas este pasaje presta atención especialmente a las siguientes tres cosas: Primera, Dios es quien hace que toda gracia abunde para ti, y quien que provee de todo lo que necesitas. Todas las cosas que son beneficiosas para nuestra vida provienen de la mano de Dios. Segunda, a nosotros se nos da con suficiencia, aún abundantemente, de manera que podamos hacer obras buenas. Se nos bendice a fin de que seamos una bendición para otros. Y tercera, el Dios que puso en tu mano la semilla de la siembra es quien resolverá tus necesidades básicas, multiplicará lo sembrado, te concederá abundancia para que puedes compartirla con otros, y quien te hará crecer espiritualmente con amor, gozo, paz y todos los demás frutos del espíritu Santo.

¡Cuán grande es nuestro Dios!. Con él no carecemos de nada.

Tiempo de oración

Señor, confieso que a veces oí demasiado informal improvisado en lo que respecta a ser dadivoso cuántico. De ahora en adelante, conforme a tu palabra, quiero dar de manera deliberada y generosa, partiendo de un corazón de fe y con las manos abiertas como acto de adoración a ti. Así que pido tu ayuda, sea que mi obsequio incluye el dinero, tiempo, atención, servicio u oración, quiero dar libremente, compasión y propósito sin desperdiciar nunca una oportunidad de sacrificarme por sí. Te lo pido por Jesucristo nuestro señor. Amén.

Tiempo de meditación

Pon el video musical y medita, en silencio y con los ojos cerrados, la Palabra de Dios de hoy. La canción de hoy, Dios dame tu amor, dice: “No sé cómo dar Señor hoy me siento un poco mal, de tu ayuda necesito, lejos siento que estoy. Y no sé ni que decir, me escuchas aun así. Necesito que me extiendas tu mano ¡oh Dios! Tú me has dicho que no importa que Tú me escucharás. Dios dame tu amor porque no sé qué voy a hacer, pues una gran montaña hay y no te alcanzo a ver Señor”.

¡Entra en acción!

Pablo nos recuerda en ese pasaje que damos porque Dios es nuestro modelo de generosidad. Este modelo fue encargado a Jesús, quien, «aunque era rico, por causa de ustedes se deshizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegarán a ser ricos». Pablo ofrece varias líneas directrices en los capítulos 8 y 9 para nuestro hogar cristiano. Observa cuál de ellos cumples, y cuáles de ellos te faltan aún por alcanzar:

(1) Da libremente: «Entonces estará lista como una ofrenda generosa y no como una tacañería» (9:5).

(2) Da voluntariamente: «Dieron espontáneamente tanto como podían y aun más de lo que podían, rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos» (8:3).

(3) Da sacrificadamente: «Su desbordante alegría, su extrema pobreza abundaron en rica generosidad» (8:2).

(4) Da con generosidad y a manos abiertas: «El que siembra escasamente, escasamente cosechara y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará» (9:6).

(5) Da con fidelidad: «Cada uno debe dar según lo que haya recibido en su corazón» (9:7).

(6) Da con felicidad: «Dios ama al que da con alegría» (9:7).

(7) Da sin pensar en tus propias necesidades: «Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes» (9:8).

(8) Da como parte del compromiso espiritual: «Pero ustedes, así como sobresalen en todo, en palabras y conocimiento procuren también sobresalir en esta gracia de dar» (8:7).

(9) Da con la esperanza de recibir grandes retribuciones por tu ofrenda: «Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos» (9:11).

(10) Da con la comprensión de que Dios multiplicará tu ofrenda: «Hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia» (9:10).

Palabra para llevar contigo

Jesús se sentó frente al lugar donde se depositaban las ofrendas, y estuvo observando cómo la gente echaba sus monedas en las alcancías del templo. Muchos ricos echaban grandes cantidades. Pero una viuda pobre llegó y echó dos moneditas de muy poco valor. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los demás. Éstos dieron de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustent.».

Marcos 12:41-44 (NVI)


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Los versículos están sacados de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional™. NVI™ Copyright © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.

‘A solas con el padre’ está basado en el devocional de la Iglesia Metodista Unida ‘El Aposento Alto’. Puedes visitar su página web en: http://www.upperroom.org/elaposentoalto/

Este devocionario sigue una línea cristiana, protestante y metodista wesleyana. En España tienes dos iglesias de raíz wesleyana. La Iglesia Metodista ubicada en Barcelona, Sant Cugat del Vallès y Girona; y la Iglesia del Nazareno que está en Madrid. Si quieres saber más puedes visitar sus páginas web: http://www.metodista.es y http://www.nazmadrid.org/