sábado, 3 de enero de 2009

03.01 El triunfo del cristiano

Lee la Palabra

Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, sólo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable. Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado. Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga.

Salmos 51:1-12 (NVI)


Reflexiona la Palabra

Hay que gente que nunca pide ayuda. Unos lo hacen por vergüenza, otros porque no quieren verse rechazados, pero la mayoría lo hacen porque son incapaces de reconocer que no pueden hacer algo. Reconociéndolo se sienten menospreciados y frustrados. Encima nuestra sociedad aúpa a los triunfadores, es decir aquellos que se lo han hecho todo ellos y que no han tenido que pedir nada a nadie, mientras desprecia a los perdedores y a aquellos que dicen ‘lo siente no puedo, ayúdame’.

Triunfa y tendrás amigos en todas partes, fracasa y tus ‘amigos’ te abandonarán.

Este es el triunfo humano: no ser capaces de reconocer la impotencia, no ser capaces de pedir ayuda, no ser capaces de saber distinguir a los amigos verdaderos cuando todo va bien.

Nuestro concepto de triunfo tiene, inevitablemente, un componente competitivo: triunfamos porque ganamos a alguien, a alguien que pierde.

Dios tiene otra forma de entender el triunfo. El triunfo cristiano no se basa en quien más autoestima tenga, ni siquiera en quien más haya conseguido.

Al revés que en el triunfo humano en el que cuenta, sobre todo, en el que no debe nada a nadie, el triunfo de Dios se basa, ante todo, en la humildad. ¡Pedir ayuda al Señor es un paso al triunfo real!.

Al revés que en el triunfo humano en el que cuenta, sobre todo, el haberse hecho a sí mism@, el triunfo de Dios se basa, ante todo, en escuchar la Palabra de Dios y seguirla como guía fiel en su vida. ¡Escuchar la Palabra es un paso al triunfo real!.

Al revés que en el triunfo humano en el que triunfa, sobre todo, el que más cree y confía en sí mismo, el triunfo de Dios se basa, ante todo, el que deja al Espíritu tomar las riendas de su vida. ¡Dejarse llenar y purificar por el Espíritu es un paso al triunfo real!.

Al revés que en el triunfo humano en el que triunfa, sobre todo, quien consigue vencer a sus competidores, el triunfo de Dios se basa, ante todo, en compartirlo con l@s demás herman@s.. ¡Compartir el camino con los demás es un paso al triunfo real!.

¿Estás preparad@ para compartir el triunfo en el Señor con tus amig@s y tu familia?.

Tiempo de oración

Padre. Ten compasión de mí, porque todo tú eres bondad, amor y misericordia. Borra mis fallos, quítame toda maldad y límpiame de todo pecado. Yo se que fallo ante ti; siempre tengo presente mi pecado. Y sé que cuando fallo, peco contra ti, sólo contra ti Padre. Sé lo que me cuesta hacer el bien en todo momento pero también sé que tú me amas. Por eso te pido Dios mío que crees en mí un corazón limpio, un espíritu firme. No me abandones ni me quites tu santo Espíritu. Te lo pido Señor en el nombre de Jesucristo. Amén.

Tiempo de meditación

Pon el video musical y medita, en silencio y con los ojos cerrados, la Palabra de Dios de hoy. La canción de hoy es un precioso tema de Ana Laura titulado ‘Completely’. El texto de la canción dice ‘El poder de la oración es llorar humildemente, el poder del cambio es ir dando mi vida y ponértela a los pies. Desde ahora toma mi corazón, toma mi alma, me rindo a tu control. Y deja que todo lo que hay en mi se eleve a ti y te diga –Yo soy tuya y sólo tuya completamente--.

¡Entra en acción!

Cuando escondemos nuestros fracasos, les negamos a otros el beneficio de nuestra experiencia, ya que nuestras luchas pueden animarnos a reconocer y confesar su propio pecado. Nuestra experiencia de salvación, perdón y restauración puede convencer a otros de que ellos también pueden llegar a conocer «la alegría» de la salvación. El valor de nuestro pecado perdonado, es la posibilidad de testificar sobre la misericordia bondadosa de Dios. Por eso hoy puedes:

1) Ruega al Señor que obre en ti para que mantengas un único propósito en tu corazón. Pídele que te fortalezca para permanecer firme en la verdad.

2) Comprende que el espíritu de humildad abre las avenidas del gozo en tu corazón.

3) Muestra a los demás de qué forma superaste tus pecados, tus fallos, tus debilidades con la ayuda de Dios. Esconderlo a los demás puede ser una oportunidad perdida para acercar la Palabra a los demás.

Palabra para llevar contigo

Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. Éste fue de noche a visitar a Jesús. --Rabí --le dijo--, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él. --De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios --dijo Jesús. --¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? --preguntó Nicodemo--. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer? --Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios --respondió Jesús--. Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. No te sorprendas de que te haya dicho: 'Tienen que nacer de nuevo.' El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

Juan 3:1-8 (NVI)


-----------------------------------------

Los versículos están sacados de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional™. NVI™ Copyright © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.

El apartado de ‘entra en acción’ pertenecen a la Biblia Fe en Acción Copyright ©2008 Editorial Caribe y Biblia Plenitud Copyright ©1994 Editorial Caribe.

‘A solas con el padre’ está basado en el devocional de la Iglesia Metodista Unida ‘El Aposento Alto’. Puedes visitar su página web en: http://www.upperroom.org/elaposentoalto/

Este devocionario sigue una línea cristiana, protestante y metodista wesleyana. En España tienes dos iglesias de raíz wesleyana. La Iglesia Metodista ubicada en Barcelona, Sant Cugat del Vallès y Girona; y la Iglesia del Nazareno que está en Madrid. Si quieres saber más puedes visitar sus páginas web: http://www.metodista.es y http://www.nazmadrid.org/

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho su reflexión sobre el triunfo cristiano. La música presiosa y que invita a la oración. Que Dios le bendiga!

Publicar un comentario